lunes, 12 de noviembre de 2012

Derrame del pozo Macondo: Los daños del exceso de combustibles fósiles por Por Isabel Cristina Pérez Ojeda.

Derrame del pozo Macondo: Los daños del exceso de combustibles fósiles. Ramos, Gian Carlo Delgado. Nómadas 30. 2 , PETRÓLEO, MEDIO AMBIENTE, CAMBIO CLIMÁTICO Y SEGURIDAD: MACONDO, OTRA ADVERTENCIA MÁS, Madrid, España, 2011, 16pp (5-20). El texto se centra en la problemática de los combustibles fósiles, especialmente en el ámbito de lo social, ambiental y económico, el autor induce a el mundo de los combustibles fósiles y sus impactos, basándose especialmente en la problemática del derrame del pozo Macondo un desastre que representa la situación actual de abuso en la naturaleza. Está dirigido a personas que presenten interés en la situación mundial, especialmente en el ámbito económico, social y ambiental generada por el uso indiscriminado de combustibles fósiles y sus repercusiones. El autor del texto, Gian Carlo Delgado Ramos es un economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Doctor en "Ciencias Ambientales" por la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Es investigador de tiempo completo del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM. Integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México, presenta una posición de crítica al inminente desarrollo y evolución del uso de combustibles fósiles como fuente de energía mundial. Primero presenta como a través de la historia se han implementado cada vez más el uso del petróleo, carbón y gas como fuentes de energía, con estos avances se ha ido aumentando la población mundial y cada vez se requieren más cantidades de estas fuentes de energía llamadas combustibles fósiles, además de más espacio para la humanidad y sus actividades. Estos combustibles tienen tres grandes destinos: 1) generación de energía calórica; 2) de energía eléctrica; y 3) motores de combustión interna. Por lo tanto se llega a la conclusión de que las últimas décadas ha sido marcada y claramente fósil y nuclear. El ritmo de extracción y quema de petróleo ha llevado a que estemos ya en su punto máximo de producción y esto ha significado que se generen costos ambientales y humanos que cada día nos afectan más pero que no son tomados en cuenta y se mantienen ocultos. El argumento de mayor peso que se muestra para justificar el uso de combustibles fósiles como fuentes de energía es que el petróleo, carbón y gas siguen siendo las fuentes de energía más baratas. En los costos ambientales resalta las graves consecuencias que quedan en los ecosistemas naturales, ya que en la producción del petróleo se presenta la alteración de los ecosistemas inmediatos a la zonas de excavación, la utilización de fuertes explosivos, y además es común encontrar depósitos subterráneos de materiales radioactivos en estado natural. También se presenta uso masivo de agua, litros de desechos botados en los océanos, gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, lluvia ácida y desechos que al contener compuestos como metales pesados, presentan un diverso impacto ecológico diverso que puede deteriorar el desarrollo y reproducción de animales y del ser humano. A continuación el autor nos presenta un caso concreto, El derrame del pozo Macondo en el Golfo de México el cual tuvo una cantidad de petróleo vertido que pasó de unos 800 barriles diarios a unos 25 mil barriles diarios y que se prolongó del 20 de abril al 5 de agosto. Se muestra que los derrames en la industria petrolera antecedido por otros Y que el manejo del derrame fue básicamente ocultarlo con un dispersante altamente tóxico que se empleó en cantidades indiscriminadas pues presentaba la solución más económica para que la mancha ya no fuera superficialmente detectable, pero que quedó en todo el golfo, y que si es ingerid se puede bioacumular en los tejidos de los animales con afectaciones diversas como efectos mortales para especies sensibles y/o potenciales afectaciones cancerígenas en otras, se afectó una gran cantidad de especies animales, de la cual una gran parte están en peligro de extinción, los ecosistemas tardarán decenas de años en recuperarse, si es que eso es posible en su totalidad, y se asegura que el potencial de daños a la salud humana es moderado o bajo. Finalmente se llega a la conclusión de que los impactos de este uso indiscriminado de combustibles fósiles se verán a largo plazo ya que la acumulación de contaminantes atmosféricos están esencialmente vinculados al aumento de la temperatura y del nivel del mar, el incremento de eventos climáticos extremos, el cambio de los patrones de lluvia y la perdida creciente de la biodiversidad. Y los riesgos actuales, como inundaciones, tormentas, escasez de agua, etc, aumentaran potencialmente en un tiempo futuro.

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